viernes, 11 de septiembre de 2009

PANAMÁ: Sin equipos técnicos no hay rehabilitación

FUENTE: http://panaletras.wordpress.com/2009/09/09/sin-equipos-tecnicos-no-hay-rehabilitacion/

Opinión de Maritza I. Grifo E.

Es lastimoso que en nuestro país se menosprecie el valor de los equipos técnicos que trabajan en nuestras prisiones y se olvide que ayudar a un privado de libertad es ganancia para la sociedad.  Hay muchos factores en juego: el tipo de establecimiento, el presupuesto, etc. Pero la pieza clave es el número de técnicos disponibles por centro penal (psicólogos, trabajadores, sociales, abogados, médicos, educadores, criminólogos y demás) que aunque escasean en nuestras cárceles, hay muchísimos en el país, pero desempleados.

No se puede hablar de resocializar, reeducar, si no existe un equipo técnico bien seleccionado y proporcional al número de privados de libertad, para ejercer esa misión. Hasta que nuestras autoridades no entiendan este concepto, nuestras prisiones seguirán siendo instituciones socializadoras de la conducta criminal. El proceso de resocializar no es mágico. Solo por llamarse "Centro de Resocialización de la Joya" o "Centro Femenino de resocialización" no se dará el cambio. Se equivocan los que piensan así.

Los equipos técnicos son el eje del proceso de resocialización y humanización de las prisiones. Hay dos elementos importantes cuando se habla de tratamiento al privado de libertad: el subjetivo, que es la acción del equipo técnico interdisciplinario organizado, programado, constante, que define, orienta, conduce, evalúa; y el elemento objetivo que no es más que la suma de todos los métodos aplicables de ayuda al privado de libertad con que cuenta la prisión: el trabajo intra y extra carcelario, la educación intra y extra carcelaria, el deporte, las actividades culturales, la redención de pena por trabajo, el trabajo comunitario, las relaciones con el exterior, la libertad condicional, permisos de salida, y la visita conyugal, entre otros.

Los equipos técnicos son los que tienen idoneidad para estudiar, evaluar, seleccionar, separar, clasificar, escoger y avalar cualquier decisión que tenga que ver con beneficios que se otorguen a los privados de libertad. Son los encargados de elaborar el diagnóstico de cada interno y, basado en ello, establecer el plan de tratamiento. De acuerdo a la nueva penología, para la atención de cada 300 privados de libertad se debe contar con un equipo técnico interdisciplinario bien constituido. No se puede tener el control de la población en términos de tratamiento, en cárceles masivas (más de 300 privados).

La creación de un centro penitenciario implica la asignación del personal especializado para cumplir con el fin de reeducación. Ocurre que al paso del tiempo las condiciones de los centros cambian, aumenta la población, se mantiene el mismo personal y se invierten pocos recursos para facilitar la labor del personal que trabaja en condiciones deplorables y con equipos desechados.

En nuestro país hay 72 técnicos (31 trabajadores sociales, 14 psicólogos, 10 abogados y 17 médicos) para una población total de 10 mil 605. Es decir, que cada técnico del sistema es responsable de brindar tratamiento a mil 472 detenidos. ¡Algo totalmente inaceptable!

Durante mi reciente labor como directora de Tratamiento y Rehabilitación hasta febrero de este año, para atender la demanda de atención interdisciplinaria, creamos tres coordinaciones por disciplina: una de trabajo social, otra de asesoría legal y otra de psicología. Con esa estructura conformamos grupos de trabajo itinerantes que visitaran los diferentes centros. Para esto, el director de ese momento logró que se nombraran, por contrato y promesa de nombramiento, a 30 profesionales, quienes laboraron por siete meses, pero fueron destituidos por "falta de partida presupuestaria". Siempre se alegan limitaciones de recursos.

Creo que juega un papel importante la indiferencia política, el desconocimiento en la materia de las autoridades del Ministerio de Gobierno y Justicia y el poco entusiasmo de coordinar con países como República Dominicana que ha logrado avances, involucrando a la empresa privada, con la creación de un patronato y definiendo una autoridad que controle la política penitenciaria.

Es tiempo que en nuestras cárceles deje de reinar la improvisación en el tratamiento al privado de libertad y se ignore la Ley 55 que observa las graves fallas en esta materia.

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Publicado el Septiembre 9, 2009 por Hector Robles. Publicado el 9 de septiembre de  2009 en el diario La Prensa; a quien damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde

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