miércoles, 11 de noviembre de 2009

Sobre pastoral penitenciaria

TEIXEIRO UNIDAD PASTORAL: Pastoral Penitenciaria: DIOCESIS DE ALCALA
según Manuel García Souto 
Sólo el amor, y un amor que llegue a percibirse como gratuito -no interesado espiritualmente, o esperando algún tipo de respuesta- es capaz de iniciar la rehabilitación de estas vidas". .... Cuidar la dimensión social y caritativa de la fe en la formación, catequesis… • Llevar esta realidad a las celebraciones litúrgicas. • Más implicación y coordinación en el campo de la prevención y reinserción- acompañando y orientando fuera al desasistido total. ...
TEIXEIRO UNIDAD PASTORAL - http://parroquiadeteixeiro.blogspot.com/

miércoles, 21 de octubre de 2009

La victimización y la percepción de inseguridad...

IUDOP Boletín de prensa Año XXIV, No. 5

Más de la mitad de la población salvadoreña dijo sentirse insegura en su propio barrio por la posibilidad de ser víctima de la delincuencia, según revela la más reciente encuesta publicada por el Instituto Universitario de Opinión Pública (IUDOP), de la Universidad Centroamericana «José Siméon Cañas» (UCA) de El Salvador. El estudio, realizado con el propósito de conocer la percepción de inseguridad y establecer los niveles de victimización a causa de la violencia y el crimen que enfrentó la población salvadoreña en el último año, se realizó entre el 21 de julio y el 6 de agosto de 2009, con una muestra de 2,414 personas adultas y con un error muestral de más o menos 1.9 por ciento.

La encuesta muestra que el 16.4 por ciento de la población fue víctima directa de un asalto o hecho delincuencial en los 12 meses previos a la realización del sondeo, mientras que el restante 83.6 por ciento declaró no haber sufrido ningún hecho criminal en el último año.

Una comparación de este dato con el registrado en anteriores encuestas cursadas por el IUDOP, muestra que, en términos de victimización general, hay una tendencia al alza, que inició en 2006 (14.8 por ciento) luego de que en 2004 se reportó una disminución en los niveles de victimización (12.8 por ciento).

Por otra parte, la encuesta encontró que la victimización por violencia general afecta mayoritariamente a las personas que residen en el Área Metropolitana de San Salvador, en las zonas urbanas, a los más jóvenes y a las personas con mayor escolaridad y condición socioeconómica.

A su vez, el 88 por ciento de las víctimas de un hecho delincuencial perdió dinero o algún objeto de valor en el incidente, lo que sugiere que se trata mayoritariamente de robos o intentos de robos. De acuerdo con lo declarado por las víctimas, el promedio de lo perdido asciende a los 536.65 dólares. Asimismo, al indagar sobre los lugares de ocurrencia de los delitos, la mitad (49.9 por ciento) declara que ocurrieron en calle, el 26.3 por ciento en el bus, el 13.4 por ciento en su propia vivienda, el 5.3 por ciento en el vecindario, el 2.5 por ciento dijo que sucedió en su lugar de trabajo o estudio y el 2.5 por ciento mencionó otros lugares. Estos datos confirman que los espacios públicos son los lugares donde se reporta la mayor incidencia de hechos delincuenciales.

La encuesta preguntó además a los salvadoreños y salvadoreñas por diversos tipos de victimización que pudieron haber sufrido en el último año. Los datos muestran que a nivel nacional, los delitos que están afectando más a la población son los asaltos a mano armada (7.3 por ciento), las amenazas a muerte (6.6 por ciento), los robos en el hogar (5.4 por ciento), la extorsión (4.8 por ciento) y la renta (3.9 por ciento). Al agrupar extorsión y renta, éstos se convierten en los delitos de mayor afectación para la población (8.7 por ciento).

Hechos como el robo de vehículos o motocicletas, sólo le ocurrieron al 3.3 por ciento de quienes dijeron poseer alguno de estos automotores y un 2.3 por ciento indicó que un pariente que reside en su casa había sido asesinado en los 12 meses previos al estudio.

Enlace al boletín con el resumen de la encuesta: http://www.uca.edu.sv/publica/iudop/Web/2009/boletin5_2009.pdf

Enlace a la publicación completa de la encuesta:http://www.uca.edu.sv/publica/iudop/Web/2009/informe123.pdf


lunes, 19 de octubre de 2009

¿Dónde se inicia el tratamiento penitenciario...?

Tradicionalmente, los centros penales, las penitenciarías y demás instalaciones similares, son vistos por la sociedad como el lugar para concentrar antisociales, esos seres que de una u otra forma han causado daño, perjuicio o temor a sus congéneres por la comisión de hechos delictivos. En esta línea de pensamiento, los centros son concebidos en el imaginario popular, como de igual esencia que los asilos que antaño alojaban a los enfermos mentales.
Modernamente, se considera que los centros penales o penitenciarios son espacios acondicionados para el alojamiento preventivo de personas en conflicto con la Ley o para el cumplimiento de penas impuestas a esas mismas personas para resarcir daños inflingidos a individuos y a la sociedad misma.
En este sentido, los establecimientos penitenciarios deben reunir características especiales para facilitar el tratamiento, rehabilitación y reinserción social productiva de las personas en ellos confinados.
¿Dónde comienza el tratamiento penitenciario...?
La pregunta no es inoficiosa, sino consecuente con la necesidad de atención integral que se requiere. Los programas de tratamiento no ocurren en el vacío, sino en espacios en los que se dan cita los sujetos a ser tratados y los responsables de brindarles el tratamiento.
Con esta verdad de Perogrullo, pero necesaria, sostenemos que el tratamiento penitenciario comienza desde la concepción del sistema mismo y de las instalaciones en que conviven la población penitenciaria, los técnicos y profesionales responsables de su tratamiento y el personal de custodios responsables de la seguridad de todos...
No se puede evaluar ningún tipo de programa de intervención con privados de libertad, sin evaluar previa o conjuntamente, las condiciones en que los programas deben ejecutarse, un factor que muchos tendemos a olvidar.
A pesar de lo que muchos puedan pensar y objetar, las prisiones y los centros penitenciarios, deben contar con espacios adecuados, iluminados, ventilados, higiénicos y decorosos, con un ambiente "laboral" que favorezca la inclusión y la rehabilitación, como paso previo a la reinserción que, algunos teóricos actuales, sugieren que es inoperante porque ¿cómo se puede reinsertar lo que no ha estado insertado...?
Aunado al ambiente y el clima laboral, debemos atender también a la formación, capacitación, evaluación y actualización del personal a cargo del tratamiento, así como al desarrollo, evaluación y actualización de los programas generales o especializados que estarán dirigidos a los privados de libertad....
Sin importar que los programas sean desarrollados localmente o se importen como producto del intercambio de experiencias y buenas prácticas, todos ellos deberán estar fundamentados en la investigación científica y en  información veraz, coherente y pertinente con el propósito rehabilitador...
No podemos ni debemos, continuar con ensayo y error desistematizados, o peor aún, importando e impartiendo contenidos alejados o divorciados de las dinámicas criminales y delincuenciales de nuestros países...

miércoles, 14 de octubre de 2009

Los presos de alta peligrosidad: Problemas bioéticos

Hector Santojanni. pastor ministro de la Uad y Leonardo Belderrain sacerdote católico bioeticista

FUENTE: http://www.redescristianas.net/2009/10/10/los-presos-de-alta-peligrosidad-problemas-bioeticoshector-santojanni-pastor-ministro-de-la-uad-y-leonardo-belderrain-sacerdote-catolico-bioeticista/

Para Rogelio Ponsard, las cárceles son la prueba del fracaso de nuestra civilización. Hace 70 años, la Alemania de Hitler y la URSS de Stalin se sostenían sobre campos de concentración. Había más criminales fuera de los campos que adentro, y más inocentes adentro que afuera. Hoy, el país más potente y desarrollado del mundo tiene el record mundial de encarcelados.

Y quizás hoy también haya más criminales afuera que adentro. Y hay "pastores" de distintas iglesias que se quedan silenciosos frente al escándalo de la construcción de cárceles. Es curioso que se someta a una forma de vida estresante a algunos internos y su familia, y, por otro lado, al mismo tiempo, se busque mejorar la salud de aquellas personas.

Se acepta el sistema capitalista, sin reticencias aceptando de ese modo, su sistema disciplinador.

También existen no pocos pastores que comprenden que las sociedades más socialistas o más capitalistas, necesitan terapias intensivas de inclusión laboral para sus frágiles morales y en esa forma interpretan las cárceles. En el año 2006 por un pedido del Jefe de la Unidad 32, nos propusimos estudiar la conflictiva bioética de internos con serios trastornos de conducta. En aquella unidad se intentó desarrollar un proyecto diferenciado para cada pabellón en una misma unidad, inclusive con distintos regímenes. Con el aporte profesional de diferentes saberes y con un trabajo orgánico interdisciplinario.

Con el arribo masivo de internos provenientes de otras unidades del sistema, con notorios rasgos de conducta antisocial, aquellas iniciativas de cuidados personalizados se alteró y permitió ver mejor la necesidad de discernir entre los programas que requieren un criterio de clasificación y seguimiento particularizado.

Al recibir masivamente a los antisociales que deambulaban por unidades del servicio penitenciario, sin clasificación, cualquier viejo jefe en su argot policial podría decir me tiraron un muerto ¿No estaré haciendo los deberes? Otros jefes menos críticos con el sistema y con la ética institucional, podían decir: está bien que se distiendan algunos penales a corto plazo, pero a largo plazo todo el sistema se fogonea con los traslados, "pateando" el tema y no resolviendo un estrategia de tratamiento. Es más: no pocos jefes penitenciarios señalaron que así la peligrosidad aumentaba con el consiguiente prontuario de estos presos denominados "papas calientes"

(Abel Froilan Mendoza se lo consultó por ser un experto en la gestión de clasificación y seguimiento personalizado de los internos del ptb)

En la actualidad se comienza a afrontar el tema y va cayendo el viejo paradigma de hacer circular a los recalcitrantes.
El criterio básico que manejan los peritos forenses, es que la cárcel no es para enfermos, por lo tanto las personas que padecen patologías deben asistirse en dependencias de salud como enfermos.

Los pacientes mentales que cometen un delito, están sujetos a consideraciones específicas fijadas en el Codigo Penal, (Art. 34 inciso primero del Código Penal), siendo alojados en unidades especiales de atención, donde se combinan medidas de seguridad (alta peligrosidad o para evitar la fuga), y tratamiento especializado (U34-U8- u10 u15 u 45) asistiéndolo hasta que desaparezca su peligrosidad. Se ubican allí principalmente a los pacientes esquizofrénicos, delirantes paranoides, místicos, o con trastornos graves de insuficiencia mental.

Los neuróticos, son imputables al igual que los que padecen trastornos de personalidad, por lo que una vez condenados cumplen su condena en las Dependencia del Servicio Penitenciario, y salen al cumplimentar condenas o alcanzar beneficios. Se espera que en estos casos haya tratamiento personalizado en establecimientos diseñados ad hoc, distintos de las instituciones carcelarias típicas para población común, y distintos de la instituciones psiquiátricas de seguridad con los modelos existentes.

Un capitulo especial conforman la problemática de las adicciones a sustancias tales como alcohol y estupefacientes o tóxicos. Estos casos comprenden distintas complejidades: los hay imputables alojados en cárceles comunes, e inimputables, porque al momento del hecho podían haber estado alcoholizados o presentar secuelas psiquiátrica (psicosis-demencias) que le impidieron comprender sus acciones, siendo tratados en la Unidad 34.

Más especial resultan ser los adictos a sustancias; en este caso hay que partir de que a diferencia de lo que supone el imaginario colectivo, los enfermos adictos, no siempre realizan robos en banda, secuestros, toma de rehenes, piratería del asfalto, homicidios. Los adictos suelen ocasionar desajustes conductuales en su entorno familiar, venden los electrodomésticos, joyas del abuelo, etc.

Cuando se les asocia un trastorno de personalidad antisocial de base, el consumo como se señaló es sintomático, forma parte de una estructura sintomática-perversa que usa el consumo para delinquir. Este consumo no suele ser intenso, y sirve de escudo al adicto para solicitar beneficios secundarios o ser derivados a instituciones de salud, -si se los ubica como enfermos- en hospitales, por lo general no acatan ninguna regla, rompen las normas permanentemente, maltratan a cuidadores, a los verdaderos pacientes y destrozan pabellones. De ahí que suponer que todo el que consume es enfermo psiquiátrico, resulta potencialmente peligroso y no real.

Debe comprenderse que los psicópatas mantienen conductas desajustadas en forma egosintónicas, o sea, no les incomoda ser como son, no se angustian, por eso no consideran necesario cambiar de conducta, de ahí que al no existir deseo de cambio, se dificulta la posibilidad de abordaje terapéutico-
Estas personas son las que traen problemas de convivencia en las cárceles y deben aislarse en pabellones de seguridad, evitando principalmente los contactos con la población. Al no existir voluntad de tratamiento en estos internos, pareciera que la salida del aislamiento y las estrategias de disminución de daños (visitas familiares individuales salidas a patio recortadas), fueran las pertinentes para no poner a la población en riesgo y al interno).

También es cierto que no en pocos casos, relata un interno de 23 años de encarcelamiento efectivo, que no es extraño escuchar algún jefe de unidad decir: " los pabellones de aislamiento deben estar permanentemente poblados con justa o sin justa razón, lo que importa es la estadística que se manda a jefatura"(el interno entrevistado eligió no dar su nombre).

La estrategias de aislamiento servirían en principio y como base momentánea de salida para implementar un estrategia del tipo conductal, donde los beneficios y obligaciones deban estar claras y cumplidas a raja tabla, favoreciendo el equilibrio de los pabellones y el manejo de los internos. ( fue consultado al respecto el Perito Oficial de la Corte Eduardo Camino, especialista jerarquizado en psiquiatría forense y médico Legista)

Al encontrarse aislados, se consigue limitar el medio donde se despliegan las conductas, "se les embarra la cancha", y cuando desea ampliar el campo se negocian pautas, se ponen límites, donde las condiciones de acceso y retroceso son ganadas o perdidas por ellos.

Por otro lado no se cree que sean la mayoría de los que ayer deambulaban, los que ofrezcan aquellos trastorno de la personalidad. Si bien es cierto que es ingenuo pensar a un psicópata con. una vida totalmente socializada se puede, controlándolo, mejorar su socialidad.

Aquello de que su vida tenga sentido para pelear con la policía y vivir robando, sin posibilidad de enmienda, con los pabellones de seguridad se logra simplemente calmarlos, y que no sumen disturbios al malestar de los penales. Calmándose, aunque a veces se lo haga compulsivamente, para obtener libertades, no es tiempo perdido aunque sea para volver a un régimen común, y ese es el juego, afuera pueden egresar y seguir siendo tan psicópatas como antes<; es realista pensar así. Es otra cosa lo que sucede cuando hay una conversión espiritual profunda auténtica (20% de los casos reales en los pabellones confecciónales según Santojanni).

Las conversiones se sabe que son escasas, pero hay un funcionamiento social de las propuestas de los ministros de fe, y habría que pensar en la rehabilitación de valores, ahí entraría la religión como sustento de amor y respeto al prójimo, y de lo que muchos sicólogos transpersonalistas llaman experiencias cumbre y los pastores llaman conversión, a lo que se deberá asociar la preeducación, de oficios y trabajos para integrarse a un ambiente social de orden competitivo sin el que es impensable todo futuro.

O sea que los sujetos desde que se levantan trabajen desde su higiene, valores, respeto, cuidado del medio, se escolaricen, se le incorporen tareas laborales.
Por último, con los que se consideran presos políticos, algunos psicópatas mas finos y educados, con menor impulsividad y más inteligentes, se puede tal vez lograr una orientación de líder positivo pero lo vivirán también como un beneficio para pasarla bien, una vez afuera no pocas veces repiten las aberraciones conductuales y amorales propias de su ser, pueden seguir estafando y abusando y siendo fieles colaboradores de regímenes autoritarios etc.

Conclusión: la psicopatía nos se rehabilita, se contiene cuando es demasiado problemática, ya que siempre transgreden normas. la posibilidad de contar con pabellones de máxima solo disminuyó el campo de inducción y acción sobre el resto de los internos, aquieta las aguas. No hay protocolos de agentes pastorales. Cuando los episodios confusionales son graves, en los que no hay un mínimo reconocimiento de premios y castigos, para aquellos habrá que pensar otros espacios a los existentes, y en ésto comparto con muchos psiquiatras que ésto sólo puede interesar a algunos creyentes de una fe particular, y que no siempre los ministros de fe pueden dar garantías de su eficacia.

En la actualidad se suman la visita ecuménica personalizada del pastor Hector Santojanni y del padre Leonardo Belderrain en la unidad 24, en procura que a partir de la escucha de los ministros de la fe, inicien un proceso de recuperación desde lo que puede haber de nuevo y de resignificable. Muchos piensan que las religiones en la cárcel han sido de alta contención de casos difíciles pero no pocas veces han sumado alienación.

Creo también que los pabellones o sectores que se inclinan por los aspectos religiosos llegan casi al 45% de la población carcelaria bonaerense y dicho por la autoridad penitenciaria, la conducta que se logra es sorprendente, es por ello, que el conocimiento de Dios es un tema que se puede entender a partir de la experiencia, siendo muy difícil explicarlo si no se tuvo ese encuentro, por eso la religión sola tal vez no alcance para el cambio del interno pero seguro que es el primer paso a dar para ver su vida cambiada. Es verdad que hay capellanes que han sostenido a los aviadores que tiraban gente al mar; y los hay que son asépticamente parte del sistema carcelario; pero los hay también entrenados para acompañar, desde la simpatía, la compasión y la escucha. Esto es quizás lo mejor que se puede hacer. Tampoco se puede obviar que la fe, en muchos casos, fue el fermento mayor de liberación.

Con la intervención ecuménica se intenta encontrar mayores posibilidades de observación y crítica para pulir la herramienta rehabilitadora. El tiempo dirá si estábamos en protocolos adecuados y eficaces para estos internos y el Servicio Penitenciario Bonaerense. Una vez más es preciso saber si las religiones son el mayor fermento de liberación y sanación de lo más frágil de la condición humana, o la mayor cómplice del disciplinamiento de los poderes hegemónicos.


--
Abelardo Díaz-Flores, DME
Investigación y Desarrollo Institucional/Planificación
===================
Dirección General de Centros Penales de El Salvador
Secretaría Protémpore
Comisión de Directores de Sistemas Penitenciarios de Mesoamérica y República Dominicana
CODISIPE
===================
Blog CODISIPE: http://codisipe.blogspot.com
MEGA 24 | Agencia de Noticias
según Mega24 / www.planetha.net 
"La solución no es mejorar los calabozos, sino el tratamiento penitenciario, que es una manera de democratizar la prisión y aproximarla a la sociedad externa, transparentar los barrotes, la persona que esta recluida no tiene que sentir ...
Mega24.com.ar - http://www.mega24.com.ar/

España: OMS premia dos programas de salud de los centros penitenciarios

Se ha premiado el proyecto Talleres sobre habitos mentales saludables en prisión de los centros penitenciarios de Daroca y Zuera
La OMS premia dos programas de salud de los centros penitenciarios ...
Aragón Digital - Aragón,Spain
"Talleres sobre hábitos mentales saludables en prisión". ... dirigida a todos los internos de los centros penitenciarios de Daroca y Zuera, en Zaragoza. ...

sábado, 10 de octubre de 2009

Sistemas penitenciarios y penas alternativas en Iberoamérica

Autor(es): Benito Durá, Mauricio
Título: Sistemas penitenciarios y penas alternativas en Iberoamérica  
SubTítulo:Análisis a partir de la situación de la criminalidad y las políticas criminológicas
ISBN:9788498764253
Edición: 1ª 2009Páginas:   636Precio:   69.90 €uros   Peso:  1,100 Kgs.
Comentarios:   Edición bilingüe español-portugués
 
 

Reseña:Las cárceles se han utilizado para proteger a la comunidad, disuadir a los posibles infractores, exigir retribución y rehabilitar a los delincuentes. Sin embargo las condiciones de vida en muchas prisiones y los malos tratos que se producen no ofrecen la oportunidad para equilibrar esas funciones. Gran parte de los reclusos esperan juicio y las cárceles están llenas de pequeños delincuente, enfermos mentales, minorías objeto de discriminación y pobres. Además de tratarse de una importante cuestión de justicia, la reforma de las cárceles es un componente clave del marco de seguridad. Las prisiones no pueden controlar su entrada: reciben los resultados de las decisiones que se toman en otros ámbitos del sistema de que imparte justicia y seguridad. La cantidad y categoría de quienes están en prisión es el resultado de la interacción de la cultura, historia, política y situación socioeconómica, de la ley penal y de las decisiones de funcionarios de policía, fiscales y jueces. 
El objeto del presente trabajo es hacer un acercamiento a esta realidad abordando el tema de los sistemas penitenciarios y de las penas alternativas desde una óptica criminológica y de seguridad ciudadana que promueva su integración en las políticas nacionales de desarrollo y defensa de los derechos humanos. La articulación entre políticas sociales y de seguridad deben permitir un eficaz abordaje de la exclusión social, la violencia, la delincuencia y el desarrollo con equidad de las comunidades.

Indice:

I. Instrumentos internacionales y regionales de Derechos Humanos pertinentes 

1. Instrumentos Básicos de Derechos Humanos de Ámbito Universal
2. Instrumentos Básicos de Derechos Humanos de Ámbito Americano
3. Instrumentos Básicos de Derechos Humanos de Ámbito Europeo
4. Instrumentos Penitenciarios
5. Instrumentos Penitenciarios de Ámbito Latinoamericano
6. Instrumentos Penitenciarios de Ámbito Europeo
7. Un modelo de Derechos y Obligaciones para los Sistemas Penitenciarios Iberoamericanos

II. Seguridad ciudadana y política criminal: Aportes a la cohesión social 

1. Violencia y Criminalidad en América Latina
2. Pobreza en América Latina: aumento de la brecha social e incremento de la delincuencia
3. Tolerancia Cero: las «ventanas rotas» de Iberoamérica
4. Victimización de los jóvenes
5. «Maras» en Centroamérica: del abandono a la limpieza social

III. Políticas penitenciarias y sistemas penitenciarios en Iberoamérica 

1. Aproximación a la realidad penitenciaria Iberoamericana
2. Mujeres en Prisión
3. Grupos Especiales

4. Salud en prisión

5. Educación
6. Personal penitenciario y administración penitenciaria

IV. Penas alternativas 

1. ¿Crisis de las penas de prisión?

2. El costo de la pena de prisión

3. Penas alternativas y alternativas a la prisión
4. Penas alternativas y prisión preventivas
5. Tipos de penas alternativas
6. Penas alternativas y el miedo a lo nuevo
7. Buenas prácticas

V. Monitoreo de los centros penales 

1. Organismos Internacionales
2. ONG Internacionales
3. Organismos Regionales
4. Organismos Nacionales

VI. Conclusiones y recomendaciones

VII. Bibliografía y fuentes de referencia 

jueves, 8 de octubre de 2009

EN VEZ DE CÁRCELES, CENTROS DE REHABILITACIÓN

FUENTE: http://www.expresochiapas.com/noticias/analisis-a-fondo/8197-en-vez-de-carceles-centros-de-rehabilitacion.html

FRANCISCO GÓMEZ MAZA
 
ANÁLISIS A FONDO: EN VEZ DE CÁRCELES, CENTROS DE REHABILITACIÓN
 
Universidades del crimen, eso son los centros penitenciarios
Necesario, un replanteamiento de los conceptos de justicia
 
Los sistemas carcelarios han probado su rotundo fracaso. Todos. Las cárceles son universidades del crimen, con verdaderos maestros profesionales de las artes perversas del robo, del asesinato, del secuestro, de la extorsión, del comercio de las drogas, de la pedofilia, de la pederastia, de la homofobia etcétera. Los "criminales" entran y salen, entran y salen de la cárcel y cada vez más expertos. Cada liberación es una graduación y la criminalidad, de cualquier tipo, no sólo no decrece, sino que se incrementa exponencialmente. Muchas autoridades del sistema penitenciario colaboran con el crimen, unas inconscientemente, otras por corruptas.
Las cárceles valen un comino, no sirven para nada, son absolutamente inútiles y lo único que logran es absorber cantidades infinitas de dinero del erario, que podría dedicarse a inventar otros sistemas de integración del "criminal" a las buenas relaciones sociales. Los criminales son generalmente enfermos de la mente. La neurosis los invita, los provoca, los impulsa a cometer un acto ilegal, prohibido por la ley, considerado delito. No piensan ni actúan en estado consciente. Viven y actúan por instintos desbocados porque su vida se volvió ingobernable y la cordura no existe en su consciente. Es más, su consciente está destruido. Esta es la parte endógena de la criminalidad. Pero hay razones exógenas también. El entorno en el que vive un "criminal": la pobreza, la miseria material y espiritual. La necesidad de satisfacer, no sólo instintos, sino necesidades primarias como el alimento, el vestido, la casa, la salud. La pobreza es el mejor caldo de cultivo de los criminales. Y cualquier médico puede darme la razón. Es como el borracho que bebe por una alergia al alcohol y una compulsión por beberlo cotidianamente, con lo que llega a perder todo: dignidad, familia, propiedades y hasta la esperanza. Sólo es suficiente sustituir la palabra alcoholismo por neurosis; la palabra criminalidad, por neurosis.
Y en la coyuntura de la recesión económica – la pobreza se ha incrementado brutalmente, como lo ha reconocido el presidente Felipe Calderón -, la delincuencia, la común y la llamada organizada, en vez de reaccionar retrayéndose a los operativos policíaco militares, crece como los hongos, como aquellos personajitos simpáticos llamados Los Pitufos. Las autoridades detienen a un barón de la droga, por ejemplo, y salen en lugar de él, por así decirlo, cinco. Es una loca e inútil guerra que no tiene sentido, una banda sin fin. Y cientos de jóvenes son arrastrados, seducidos, provocados por la delincuencia y se convierten en vendedores de droga, en trasegadores de ellas, en sicarios. Hace algunos años, antes del "boom" del narcotráfico, en una ciudad meridional de la República Mexicana, un diario local realizó una encuesta entre niños y adolescentes acerca de sus ideales. La mayoría respondió que su meta era ser narco. Por qué. Porque los que se dedican a la siembra, cosecha, producción, trasiego, trasformación química de sustancias sicotrópicas viven como reyes, con dinero, harto dinero; automóviles de lujo; joyas de pedrería preciosa; mujeres bellas y sin escrúpulos.
Y además, con la ventaja de que generalmente cuentan con protección de autoridades corruptas, y si caen en la cárcel, ésta se convierte en su despacho para continuar controlando sus "negocios", con la complacencia de autoridades criminales también. Pero las razones del aumento del número de criminales habrá que buscarla tanto en el interior del individuo como en el ambiente en que sobrevive, y el que le rodea. La pobreza, la carencia de oportunidades de escolaridad, de no poder satisfacer las necesidades básicas, la miseria, empuja a muchos individuos a pasar a las filas del crimen organizado, o a cometer "delitos" por su propia cuenta y riesgo. Y en estos momentos, la crisis económica y el desempleo, como lo advirtió a medias Luis Genaro Vásquez, subprocurador de Averiguaciones Previas Desconcentradas de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, ha impedido una reducción en la incidencia delictiva y ha generado más robos con violencia en la ciudad de México, por mencionar la zona que al funcionario corresponde.
La teoría integradora trata de dar una explicación al fenómeno de la delincuencia juvenil:
1. Biológicamente: la delincuencia no se hereda, pero ciertamente hay alguna inclinación física y biológica que favorece la disposición hacia la criminalidad combinado con:
2. Psicológicamente: los delincuentes presentan conflictos internos, en los cuales incluso se puede llegar a hablar de enfermedad (esquizofrenia por ejemplo).
3. Sociológicamente: también se puede dar ésta actitud por la combinación de las anteriores con el ambiente en que se encuentra el delincuente, con desigualdades sociales, o por racismo, o por desintegración familiar, además de la estigmatización que se le hace a ciertos jóvenes por el simple hecho de ser de otras etnias", por consumo de drogas y o alcohol. También la nefasta influencia de algunos programas de ciertos medios de comunicación o videojuegos que favorecen el crecimiento de la violencia.
En fin. Es absolutamente necesario e indispensable replantear los conceptos de justicia, tarea que es difícilmente comprensible para una sociedad que está integrada por individuos que vivimos a expensas de una conciencia que nos fue impuesta por la familia, por la escuela, por los sacerdotes, por los líderes políticos y menos por nosotros mismos. En la mente humana hay un griterío de todos que no deja escuchar lo que el individuo por sí mismo piensa o imagina, suponiendo que lograra vivir en un estado consciente. El falso concepto de propiedad nos lleva a pedir a gritos castigo ejemplar para el "ladrón", o pena de muerte para el secuestrador, o cárcel perpetua para el narcotraficante. No podemos darnos cuenta que, en el fondo de la criminalidad, hay una terrible enfermedad llamada neurosis. Por lo que, en vez de cárceles infrahumanas, que no sirven para nada, lo que deberíamos crear son centros de rehabilitación del individuo, mediante la asistencia de expertos en ciencias sicológicas: sicólogos, sicoanalistas, siquiatras, terapeutas profesionales, que coadyuven a que el "criminal" se reconozca a sí mismo, se encuentre a sí mismo, y logre su centro entre la razón y el eros. Ah, y remodelar el modelo de economía concentradora de la riqueza en muy pocas manos y creadora de legiones de pobres, que más temprano que tarde irán a engrosar las filas de la delincuencia.
Créalo o no, amigo lector. Pero todo lo que le he dicho es la pura neta.
http://analisisafondo.blogspot.com analisisafondo@gmail.com 

viernes, 2 de octubre de 2009

Hotel-Prisión, Pastoral Penitenciaria, violencia y delitos juveniles...

Cristo es acompañante real y cercano de reclusos, dice Cardenal
EWTN
Tras señalar que las personas privadas de libertad "cumplen una deuda de justicia con la sociedad", el Purpurado subrayó que la catequesis penitenciaria ...
Ver todos los artículos sobre este tema

? Para entrar a un lugar así no cometerías un robo ? , en Austria la incidencia es mínima .
¿Un hotel?...No, una cárcel de cinco estrellas
RadioLevy.com - Colima,Colima,Mexico
... decidieron crear un reclusorio de forma distinta a los tradicionales. ... de "libertad" y evitar que los reos sufran problemas de socialización. ...

Delitos más graves, autores más niños
La Voz de Galicia
Los procedimientos incoados contra menores que por ley están en edad de asumir una responsabilidadpenal -es decir, entre 14 y 18 años- por delitos de ...
Ver todos los artículos sobre este tema

Univisión
Prisiones venezolanas, las más violentas
Univisión
AP CARACAS - El relator de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sobre los derechos de las personas privadas de libertad, Florentín Meléndez ...
Ver todos los artículos sobre este tema

martes, 22 de septiembre de 2009

PERÚ: Sobre el tratamiento penitenciario

FUENTE: http://infolimaperu.blogspot.com/2009/09/tesis-tratamiento-penitenciario-en-lima.html

Publicado el lunes 21 de septiembre de 2009

Tesis: tratamiento penitenciario en Lima

Aguinaga Moreno, Jorge Alberto: "El tratamiento penitenciario en Lima"

Las conclusiones a que nos lleva la investigación realizada son las siguientes:

1. No se aplica el tratamiento penitenciario previsto por el Código de Ejecución Penal, no se hace la individualización del tratamiento ni se determina el programa de tratamiento individualizado, conforme a los artículos 62º y 63º de dicho cuerpo legal, por tanto no se está logrando la resocialización del interno en los centros penitenciarios de Lima, confirmándose así nuestra primera hipótesis.

2. Con relación a la hipótesis 2 de esta investigación, la realidad encontrada la contradice puesto que existen organismos privados de tipo religioso que a su modo aplican tratamiento penitenciario resocializador. Los métodos de estos ONG difieren de los que indica la ley de ejecución penal (ver caso ANDA), negando la tercera hipótesis de la presente investigación.

3. La clasificación del interno se hace mediante normas violatorias de la ley y con criterios de seguridad antes que con los criterios readaptativos inherentes al tratamiento penitenciario que dispone el CEP en su artículo 640. Esta clasificación es además antitécnica y fundamentalmente subjetiva al ejecutarse en forma inadecuada (15 a 20 minutos por interno)

4. Las acciones laborales, de educación, de salud, de asistencia legal, psicológica y social que se realizan dentro del sistema penitenciario, no tienen ningún valor como acciones de tratamiento resocializador, por tanto no inducen a un cambio conductual en el penado.

5. Existen organizaciones no gubernamentales que prestan apoyo al logro del objetivo resocializador. Todas ellas son de inspiración o con motivaciones religiosas, no es su objetivo el cumplir con el fin resocializador de la pena sino el de catequizar internos para sus respectivas religiones.

Fuente:
http://www.cybertesis.edu.pe/sdx/sisbib/notice.xsp?id=sisbib.2005.aguinaga_mg-principal&qid=sdx_pcd-q&base=documents&dn=1&id_doc=sisbib.2005.aguinaga_mg&num=&query=Facultad%20de%20Derecho%20y%20Ciencia%20Pol%C3%ADtica&isid=sisbib.2005.aguinaga_mg&idcorreo=@@@@@

sábado, 19 de septiembre de 2009

ECUADOR: El trabajo es la mejor terapia...

El trabajo es la mejor terapia
El Tiempo Ecuador
... por la Dirección Nacional de Rehabilitación Social, DNRS, que es brindar educación, recreación y trabajo a las personas privadas de libertad...
Ver todos los artículos sobre este tema

La condena del desempleo

Al salir de la cárcel purgan la condena del desempleo
Milenio
Según el especialista en el sistema penitenciario mexicano Gerardo Palacios Pámanes, a este oficio se le da un uso inadecuado, pues en ningún punto del ...
Ver todos los artículos sobre este tema


viernes, 11 de septiembre de 2009

PANAMÁ: Sin equipos técnicos no hay rehabilitación

FUENTE: http://panaletras.wordpress.com/2009/09/09/sin-equipos-tecnicos-no-hay-rehabilitacion/

Opinión de Maritza I. Grifo E.

Es lastimoso que en nuestro país se menosprecie el valor de los equipos técnicos que trabajan en nuestras prisiones y se olvide que ayudar a un privado de libertad es ganancia para la sociedad.  Hay muchos factores en juego: el tipo de establecimiento, el presupuesto, etc. Pero la pieza clave es el número de técnicos disponibles por centro penal (psicólogos, trabajadores, sociales, abogados, médicos, educadores, criminólogos y demás) que aunque escasean en nuestras cárceles, hay muchísimos en el país, pero desempleados.

No se puede hablar de resocializar, reeducar, si no existe un equipo técnico bien seleccionado y proporcional al número de privados de libertad, para ejercer esa misión. Hasta que nuestras autoridades no entiendan este concepto, nuestras prisiones seguirán siendo instituciones socializadoras de la conducta criminal. El proceso de resocializar no es mágico. Solo por llamarse "Centro de Resocialización de la Joya" o "Centro Femenino de resocialización" no se dará el cambio. Se equivocan los que piensan así.

Los equipos técnicos son el eje del proceso de resocialización y humanización de las prisiones. Hay dos elementos importantes cuando se habla de tratamiento al privado de libertad: el subjetivo, que es la acción del equipo técnico interdisciplinario organizado, programado, constante, que define, orienta, conduce, evalúa; y el elemento objetivo que no es más que la suma de todos los métodos aplicables de ayuda al privado de libertad con que cuenta la prisión: el trabajo intra y extra carcelario, la educación intra y extra carcelaria, el deporte, las actividades culturales, la redención de pena por trabajo, el trabajo comunitario, las relaciones con el exterior, la libertad condicional, permisos de salida, y la visita conyugal, entre otros.

Los equipos técnicos son los que tienen idoneidad para estudiar, evaluar, seleccionar, separar, clasificar, escoger y avalar cualquier decisión que tenga que ver con beneficios que se otorguen a los privados de libertad. Son los encargados de elaborar el diagnóstico de cada interno y, basado en ello, establecer el plan de tratamiento. De acuerdo a la nueva penología, para la atención de cada 300 privados de libertad se debe contar con un equipo técnico interdisciplinario bien constituido. No se puede tener el control de la población en términos de tratamiento, en cárceles masivas (más de 300 privados).

La creación de un centro penitenciario implica la asignación del personal especializado para cumplir con el fin de reeducación. Ocurre que al paso del tiempo las condiciones de los centros cambian, aumenta la población, se mantiene el mismo personal y se invierten pocos recursos para facilitar la labor del personal que trabaja en condiciones deplorables y con equipos desechados.

En nuestro país hay 72 técnicos (31 trabajadores sociales, 14 psicólogos, 10 abogados y 17 médicos) para una población total de 10 mil 605. Es decir, que cada técnico del sistema es responsable de brindar tratamiento a mil 472 detenidos. ¡Algo totalmente inaceptable!

Durante mi reciente labor como directora de Tratamiento y Rehabilitación hasta febrero de este año, para atender la demanda de atención interdisciplinaria, creamos tres coordinaciones por disciplina: una de trabajo social, otra de asesoría legal y otra de psicología. Con esa estructura conformamos grupos de trabajo itinerantes que visitaran los diferentes centros. Para esto, el director de ese momento logró que se nombraran, por contrato y promesa de nombramiento, a 30 profesionales, quienes laboraron por siete meses, pero fueron destituidos por "falta de partida presupuestaria". Siempre se alegan limitaciones de recursos.

Creo que juega un papel importante la indiferencia política, el desconocimiento en la materia de las autoridades del Ministerio de Gobierno y Justicia y el poco entusiasmo de coordinar con países como República Dominicana que ha logrado avances, involucrando a la empresa privada, con la creación de un patronato y definiendo una autoridad que controle la política penitenciaria.

Es tiempo que en nuestras cárceles deje de reinar la improvisación en el tratamiento al privado de libertad y se ignore la Ley 55 que observa las graves fallas en esta materia.

<>
Publicado el Septiembre 9, 2009 por Hector Robles. Publicado el 9 de septiembre de  2009 en el diario La Prensa; a quien damos, lo mismo que al autor, todo el crédito que les corresponde

ARGENTINA: Religiosa presenta programa de rehabilitación con perros

FUENTE: http://agencia.rieles.com/2009/09/11/religiosa-presenta-programa-de-reabilitacion-con-perros-en-carceles-federales/

Vie, Sep 11, 2009

BUENOS AIRES, sep 11 (AR) – Una religiosa presentó un programa de rehabilitación de presos con perros en una de la Penitenciaría Federal del partido bonaerense de Ezeiza.

Voceros del Servicio Penitenciario Federal (SPF) informaron a la Agencia de Noticias Rieles que "la  hermana Paulinne Quinn, de la Orden de Predicadores, recientemente llevó a la Unidad Penal 19, de Ezeiza, su programa de rehabilitación de reclusos a través del trabajo de adiestramiento de perros del servicio".

Agregaron los informantes que "los internos, que voluntariamente accedan a la iniciativa, trabajarán con la finalidad de educar a los perros, incluso los rescatados de la calle, en las tareas de lazarillos y asistencia a discapacitados motrices".

La religiosa, acompañada por el Director Nacional del SPF, Alejandro Marambio Avaria, y otras autoridades institucionales, presentó -junto con el doctor  Juan Enrique Romero- en la Unidad Penal de Ezeiza las bases de su programa de "Resocialización a través del incentivo social" y personal que vincula la tarea de enseñar a los perros con la asistencia a personas disminuidas físicamente".

El programa está destinado a unidades de detención "semiabiertos" como la Colonia Penal de Ezeiza y establecimientos de la provincia de La Pampa, con regímenes destinados a quienes están en los últimos tramos de cumplimiento de sus condenas y que reúnen, además, perfiles personales adecuados para desarrollar tareas de paciencia, tolerancia y persuasión.

Quinn, asistida por uno de sus perros, explicó las características y alcance de su programa rehabilitador a los representantes del SPF presentes, a quienes acordó asistir para su puesta en práctica en el corto plazo en los establecimientos que sean elegidos.

La religiosa Quinn, fue recibida por la Presidenta de la Nación Dra. Cristina Fernandez de Kirchner quien estaba acompañada por el Jefe del Gabinete de Ministros Dr. Anibal Fernandez, el Director Nacional del Servicio Penitenciario Federal Dr. Alejandro Marambio Avaria y el Decano de la Facultad de Ciencias Veterinarias Dr. Marcelo Miguez.

La religiosa, que visita la Argentina hasta el 14 de setiembre, creó y actualmente lidera el programa de rehabilitación carcelaria en los Estados Unidos, según información originada en su país. "Las internas empezaron a aprender algunas técnicas de adiestramiento y lograron educar perros que sacaban la ropa de la máquina de lavar; apagaban las luces y otras tareas de servicio a sus dueños discapacitados" dice la gacetilla informativa del programa, ponderado como "el más importante de los Estados Unidos".

Agrega la información que "se lograron así altos resultados de sociabilización en las reclusas y esta tarea se transformó en el programa oficial "Prison Dog Program".

lunes, 7 de septiembre de 2009

VENEZUELA: Reinserción social como mecanismo rehabilitador de la pena




Scientific Electronic Library Online
Programa de reinserción social como mecanismo rehabilitador de la pena. Un estudio de la región occidental Zuliana*.
Luisa Leal** y Adela García***
** Dra. en Ciencias Humanas. Mgs. en Ciencias Penales y Criminológicas. Sociólogo. Investigadora del Instituto de Criminología Dra. Lolita Aniyar de Castro. Profesora Titular de la Universidad del Zulia. Venezuela. E-mail: lealluisa@msn.com.
*** Abogada, Magíster en Ciencias Penales y Criminológicas. Profesora Asistente de Derecho Penal de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la Universidad del Zulia. Venezuela. E-mail: Adelagarcíapirela@cantv.net.

RESUMEN
El presente artículo expone los resultados de la investigación sobre el Programa de reinserción Social en la región Centro Occidental, analizados bajo la perspectiva del Modelo Humanista de Política Criminal. Los datos recogen el estudio de la medida de Suspensión de la Ejecución de la Pena y el Destacamento de Trabajo, como alternativa a la pena privativa de libertad y fórmula de cumplimiento de pena, respectivamente, previstas en el ordenamiento jurídico venezolano. En un sentido estadístico dicotómico sobre el cumplimiento/incumplimiento de las medidas. Desde el punto de vista cualitativo se realizaron entrevistas semi-estructuradas a los funcionarios del Ministerio de Interior y Justicia que coordinan y dirigen el Programa de Reinserción Social a los fines de describir y detectar las limitaciones, obstáculos y alcances en la determinación de las condiciones de las condiciones de desarrollo humano que se ofrecen a los beneficiarios dentro del Programa. La población estuvo representada por los expedientes de casos concluidos de ambas medidas, en el período 1998 – 2004. Los resultados evidencian una tendencia mayor al cumplimiento, lo que, por otra parte, tomando en cuenta los procesos de reforma legal que redujeron la posibilidad de solicitud de estas medidas a la población penada, realizados en 2001 y 2005, evidencian una ruptura entre la realidad del funcionamiento del sistema de ejecución penal y las decisiones legislativas sobre la materia.


miércoles, 2 de septiembre de 2009

Sobre argot penitenciario...

Los Andes (Argentina)
No se dice honesto, sino 'gil'; no se dice zapatillas, sino 'llantas'
Los Andes (Argentina)
Para los especialistas en temas carcelarios, el crisol de palabras tumberas en Argentina surge básicamente en las más de 45 cárceles que existen en el ...
Ver todos los artículos sobre este tema


viernes, 28 de agosto de 2009

“Jamás se es carcelero”

Por Mercedes Euliarte

Esta actividad no surge como vocación lejana e interior de los primeros pasos de la vida. Ya que la vocación de carcelero difícilmente se adquiera en los juegos de infancia, donde se es policía o ladrón y se intercambian ritos que son conocidos. Por lo tanto día a día, la identidad estalla en su crisis y su quebranto va constituyéndose en un centro de preocupación e inquietud, extendiéndose con el correr de los días en un compromiso de escudriñamiento aun hoy existente sin resolución.
El estar conviviendo durante muchos años con personas encarceladas, entrando cada día en el mundo carcelario para efectuar la labor como trabajador penitenciario, es desde aquel lugar y durante ese tiempo donde, percibía, reflexionaba, escuchaba, con la libertad de pensamiento de quien está motivado por la fe y con la intima reflexión cristiana hecha frase « estuve en la cárcel y me visitaste». Aunando a esto el respeto por el observancia de los derechos humanos." En el que La ejecución de las penas estará exenta de torturas o maltratos, así como de actos o procedimientos vejatorios o humillantes para la persona del condenado"
Esto le inspiraba, y permitía asumir como propia e imperiosa la "búsqueda de una identidad verdadera" , al comenzar con ese trabajo no era de imaginarse, que este marcaría su ser para toda la vida, pues llegó a él por necesidad -
Cuando la gente piensa en el concepto "prisión", tiende a considerar su aspecto físico: muros, vallas, edificios con puertas cerradas y ventanas con barrotes.
En realidad, el elemento primordial de la gestión carcelaria es la misión con seres humanos, tanto empleados como presos. Esto implica que hay cuestiones que trascienden la eficacia y la eficiencia. Al adoptar decisiones acerca del tratamiento de seres humanos, la primera pregunta que brota es: ¿Es correcto lo que estamos haciendo?'.
Los dos grupos de personas más importantes de una prisión son los presos y los empleados que los custodian. Y la clave para una prisión bien administrada es la naturaleza de las relaciones entre ambos grupos. Por lo general, las prisiones no pueden elegir a sus reclusos. Tienen que aceptar a quienes los tribunales o las autoridades judiciales les envíen. No obstante, sí pueden elegir a su personal por ello, se lleva a pensar que es esencial que estos servidores sean cuidadosamente elegidos, y adecuadamente capacitados, supervisados y apoyados para aspirar a encontrarse con hombres y mujeres con una clara visión, y con una no menos clara determinación, de mantener las normas más altas en la difícil tarea
Los primeros destinatarios de la acción de un servidor Carcelario son los recluidos. Llegando a comprender que no son meramente guardianes, cuya única tarea es privar a otros seres humanos de su libertad. No son, por cierto, vigilantes cuya tarea consista en infligir un castigo mayor que el ya impuesto por las autoridades judiciales. Que existe la necesidad de combinar su papel de custodios con una función educativa y reformadora. Demandando esto un gran talento personal, unido de una gran fortaleza espiritual aunadas a las aptitudes profesionales. Que No son de policías. Ni militarizadas.
Si se preguntan el porque? -En lo que respecta a la separación de funciones, es importante saber que existe una clara separación organizativa entre la policía y el servidor penitenciario. Normalmente, la policía es responsable de poner en claro los delitos y de arrestar a los delincuentes. Una vez que una persona ha sido detenida o arrestada, deberá ser presentada a la mayor brevedad posible ante la autoridad judicial y, si ésta así lo decide, quedar en prisión preventiva bajo la custodia del servicio penitenciario.
Y así ante estas situaciones Se sigue insistiendo en la búsqueda que lleve a la claridad de una identidad no lograda.
Existe una clara distinción entre el papel del policía y del carcelero...".Es frecuente que, el servidor penitenciario trabaje en un entorno cerrado y aislado que, con el correr del tiempo, consigue estrechar sus miras y hacerlos inflexibles. Una de las formas de instruirlos y dirigirlos compensaría estar orientada a evitar este aislamiento. De esta manera el personal no perdería su sensibilidad ante los cambios en la sociedad de la que proceden sus reclusos, y a la que en algún momento volverán. 
Sería comprensible que adoptando y realzando aptitudes que en el sentir cristiano los lleve a considerar íntimamente que en su haber sienta como que «Nuestra labor es absolutamente evangélica. Dando un sentido de fe profundo». Con el fundamento claro de identificación, al de acompañar a los que siguen tras las rejas.
Dentro de una cárcel todos los integrantes trabajan desde su identidad, su formación, su carisma, todo lo que son... y seria lógico que esto los lleve al reflexionar..." Si somos cristianos y trabajamos con dedicación y abnegación estamos sirviendo a nuestro prójimo".
Existe la evidencia que El individuo, el grupo, las sociedades tradicionales aspiran a coincidir nuevamente con su propio ser. Y esto los lleva a pensar que el trabajo es el medio indispensable para concretar las necesidades espirituales y materiales del individuo y la comunidad, que es la causa de todas las conquistas de la civilización y el fundamento de la prosperidad en general, pensando desde de ahí que el derecho de trabajar debería ser protegido por la sociedad, considerándolo con la dignidad que merece y proveyendo ocupación a quién la necesite. Con el tiempo se llega a pensar que se le otorga un valor de extrema importancia al hecho de implicarse e inclinarse por la función Penitenciaria, a la que se aspira considerar, que sea definido previamente y definitivamente como "servicio social", partiendo de la premisa de beneficiar a la readaptación y reinserción social del delincuente. Aunque a estas alturas tal premisa ha perdido valor en el campo criminológico, penitenciario, social: por su costo por un lado, y por las realidades sociales, por otro. 
Sin embargo, las cárceles, por desgracia, son de todos; es la sociedad en pleno la responsable de que existan, y de que existan así. Si se piensa que La cárcel, más que rehabilitar a quien ha delinquido, suele destruir profundamente sus valores de persona humana, aplastando todavía más su dignidad personal.
Esto lleva a incitar que se comprende la vida de los "servidores Carcelarios", revalorizando la tarea del guardia, donde él también tienda a sentirse jerarquizado desde su rol.
Jesús fundó el Reino de Dios siendo testigo y profeta del amor de Dios a los excluidos de la sociedad y estando con ellos. «Los letrados y fariseos, al ver que comía con descreídos y recaudadores, decían a sus discípulos: « ¿Por qué come con recaudadores y descreídos?» Jesús lo oyó y les dijo: «No necesitan médico los sanos, sino los enfermos. No he venido a invitar a los justos, sino a los pecadores»,Mc. 2,16-17.
Esta es una búsqueda de identidad, acrecentando lo espiritual, para que ellos se vayan formando siempre con excelencia y más vivamente y manteniéndose en la fortaleza de una vida cristiana activa que les permita a los trabajadores Carcelarios una vida más humana en esos recintos y luego en el seno de sus familias. Esa vida familiar sana es el mejor respaldo moral para todos los días que después deben pasar en los recintos penales. Practicando, con ejemplos, el mandamiento del amor al prójimo, es un compromiso.
Es mucho lo que hay que ayudar, y se puede hacer, en la meritoria búsqueda de la identidad de un carcelero. Que, desde su función, están realizando esa tarea de Cristo, de visitar al privado de libertad. Que su oficio, tenga todo ese carisma humano y cristiano de estar junto a ellos y no contra ellos, alcanzando siempre una buena colaboración de solidaria convivencia en toda la población de cada ámbito en que les corresponda trabajar.
Es por ello que en la búsqueda de identidad se demanda: "Trabajar como una familia por un universo basado en el amor. Proclamando la fe cristiana por el mundo de la prisión mediante la promoción de la dignidad de cada individuo como algo único, creado a imagen y semejanza de Dios. Despertando la conciencia individual y social ante la libertad a la que todo ser humano tiene derecho como persona y como hijo de Dios." No es fácil aceptar la presencia de Dios en el mundo de las prisiones. Parece que no pueda convivir con tanta pobreza humana, sometida a tanta esclavitud y desorden. Todo lo que la cárcel contiene de dolor resulta fácil interpretarlo como un clamor más o menos consciente para atraer la misericordia de Dios.
El que mantenga su salud espiritual y reaccione ante la pobreza del ser humano, entenderá el misterio de querer insertar en esta búsqueda de identidad esta presencia salvadora de Dios en las cárceles.